El Juego y el Movimiento Libre

La actividad central de nuestro espacio es el juego libre, la actividad natural de los niños.

El juego libre es aquel que surge por iniciativa propia del niño, es decir, no hay adultos que influyan en la decisión del niño, no existe un objetivo predefinido ni una forma correcta de realizarlo.

Los niños  pasarán gran parte de su jornada jugando y decidirán a qué quieren jugar, dónde, cómo y durante cuánto tiempo.

Mientras juegan adquieren de forma natural y sin esfuerzo los aprendizajes necesarios en los primeros años. Para ellos el juego es el modo de acercarse al mundo, de descubrirlo, de explorarlo, de sentirlo, de comprenderlo…

Aquí tendrán tiempo para jugar, tiempo de calidad, algo imprescindible para que puedan desarrollarse de forma natural. En algunas ocasiones, el juego es muy repetitivo, no pasa nada, mediante la repetición de las experiencias se consolidan los aprendizajes a nivel neurológico.

Juego y movimiento libre

Es muy importante contar con un espacio para que el niño improvise y sea capaz de crear sus propios juegos. Por ello disponemos de un espacio adaptado a ellos y de unos materiales elegidos cuidadosamente.

En nuestro espacio no encontrarán juguetes que se mueven solos, que cantan, recitan los números del 1 al 10 o juguetes llenos de luces. Esos juguetes dan todo hecho al niño limitando así su intervención. Cuanto más sencillos sean los materiales más tendrá que usar el niño su imaginación.

El juego libre va ligado inevitablemente al movimiento libre. Tenemos que dejar que los niños se muevan libremente por el ambiente, cada uno lo hará en función de sus capacidades y de su nivel de desarrollo.

Beneficios del movimiento libre

El movimiento libre…  

  • Permite que el niño tenga un desarrollo físico y emocional adecuado.Si no permitimos que el niño se mueva, o si lo hacemos pero forzando su postura, podríamos estar perjudicando su musculatura y a nivel emocional podríamos causarle frustración e inseguridad al ver que no consigue alcanzar las posturas que el adulto le “exige”.
  • Facilita que el niño sea más independiente: el niño se desplaza por el ambiente explorando y manipulando lo que él desea.
  • Refuerza su autoconfianza: gracias a la autonomía que va consiguiendo aumenta la confianza en sí mismo y en sus posibilidades. No necesita al adulto para trasladarse de un lugar a otro o para alcanzar los objetos que el adulto pone a su disposición. Él puede solo.
  • Permite que el niño logre una mayor coordinación, seguridad en sus capacidades, menos riesgo de sufrir accidentes y mayor consciencia de sus logros.
  • Permite que el niño explore su propio cuerpo, el espacio que lo rodea y su relación con él de forma reposada, guiada por él y no por nadie externo, siendo el niño dueño de sus tiempos.
  • Favorece la creación de un vínculo afectivo que permita al niño/a sentirse seguro y tranquilo con la persona adulta.

Beneficios del juego libre

El juego libre…  

  • Logra que el niño participe e interactúe con el mundo que le rodea. Consigue que el niño aprenda a relacionarse con los demás.
  • Favorece que el niño aprenda a tomar decisiones y a resolver conflictos. Ayuda al niño a ser consciente de todas las posibilidades que tiene.
  • Facilita que el niño aprenda a descubrir sus propios intereses y a concentrarse de lleno en los temas que le apasionan.
  • Enseña a compartir, a negociar y a trabajar en equipo.
  • Permite a los niños utilizar su creatividad y desarrollar su imaginación. Invita al niño a comunicar sus experiencias y sus descubrimientos. Es un canal de expresión y descarga de sentimientos, positivos y negativos, ayudando al equilibrio emocional.
  • Descubre las capacidades cognitivas y motrices del niño ya que usa el cuerpo y la mente.
  • Ayuda a los niños a crear y explorar un mundo dirigido por ellos mismos, manejando sus temores y practicando roles de adultos.
  • Es importante para el desarrollo sano del cerebro.
  • Y lo más importante, el juego libre les ofrece la posibilidad de vivir con alegría y de crear hermosos recuerdos para la edad adulta; les hace felices y plenos.

Evolución del juego en los niños

En el primer año de vida del bebé, su principal juguete es su propio cuerpo. El primer juego del bebé es sensorio motor: juega con sus manos, experimenta con su cuerpo para erguir la cabeza, para darse la vuelta, para sentarse…

Poco a poco comenzará a explorar los objetos y esos objetos deben aportarle experiencias sensorialmente ricas; deben estar hechos con materiales naturales: madera, metal, algodón… el plástico no aporta nada sensorialmente hablando, así que si sólo le ofrecemos juguetes de plástico, no estaremos aportando lo que necesita para su desarrollo.

Aproximadamente sobre los 2 años aparece el “juego simbólico” y los niños son capaces de transformar cualquier objeto en aquello que ellos quieran. Cuanto más desestructurados sean los materiales más posibilidades de transformación tendrán ¿en cuántas cosas puede transformarse una caja de cartón?

juegos en mesa